13 de enero de 2025
La consejera Marlene Figueroa deseó mucha suerte al equipo de Matías y Sandra en esta épica aventura en el desierto que tiene gran repercusión mediática en todo el mundo y atrae a los amantes de la aventura.
El Patronato de Turismo patrocina al piloto majorero Matías Rodríguez en su participación en el Rally París Dakar, la dura y legendaria carrera en la que participa por segunda vez junto a su mujer y copiloto Sandra Guasch, que este año pilota un Mitsubishi L200 junto con la estructura de campeones. de la pasada edición, el Pedregà Team.
El logo de la Isla de Fuerteventura cubre el pecho del mono de los pilotos y parte de la carrocería del vehículo en su desafío 2025 a través de etapas de polvo, rocas, calor abrasador y frío polar, con contratiempos e incertidumbre, atravesando la implacable dureza del desierto, compartiendo esta Historia de superación donde la perseverancia, el compañerismo y la resiliencia son claves.
La concejala de Turismo del Cabildo de Fuerteventura, Marlene Figueroa, deseó mucha suerte al equipo formado por Matías y Sandra en esta cita mítica donde ya se han hecho un hueco en el corazón de los aficionados demostrando mucha solvencia no. no sólo a los mandos del vehículo, sino también por su resistencia física, capacidad emocional y vinculación en equipo.
El Rally París-Dakar atrae la atención de millones de personas de todo el mundo, amantes de la aventura, los deportes de motor y los desafíos épicos, razones más que suficientes, señaló Marlene Figueroa, para apoyar la aventura del piloto grantarajalense que orgullosamente lleva el nombre de la Isla y que pretende tener un gran impacto positivo en la reputación del destino turístico.
Matías Rodríguez debutó en el Clásico Dakar 2024 junto a su esposa, la copiloto y navegante Sandra Guasch. Para este piloto fuerteventura, competir en el Dakar 2024 junto a su mujer fue una experiencia vital que quiso plasmar en un libro, titulado «Un Dakar, dos corazones». En él cuenta su historia, la de una pareja que, sin ser pilotos profesionales ni tener grandes recursos ni experiencia, tras nueve meses de proyecto, llegó al Dakar y puso a prueba sus límites y su vínculo.