La mejora de las presas en La Gomera tras la borrasca Olivier

El impacto de la tormenta Olivier en el archipiélago ha tenido efectos positivos en La Gomera, especialmente en lo que respecta al nivel de almacenamiento de agua en las presas de la isla. Las lluvias acumuladas, que en algunos lugares superaron los 60 litros por metro cuadrado, han resultado en un aumento significativo en el volumen de los embalses, beneficiando así el suministro para los próximos meses.
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha destacado este acontecimiento como una «noticia alentadora» para el sector agrario y para la población en general. «El agua es un recurso vital, y estas lluvias han sido un respiro. Sin embargo, es crucial no bajar la guardia. Es fundamental seguir con una gestión eficaz y responsable del recurso hídrico», enfatizó.
En cuanto al estado actual de las presas, en el municipio de Hermigua se encuentran los embalses de Tiles y Marichal completamente llenos, mientras que Mulagua está al 42,5% de su capacidad. En Vallehermoso, los embalses de Cuesta, Marichal y Jacome han alcanzado el 100%, mientras que Encantadora se encuentra en un 37,5% y Garabato en un 25%.
Por otro lado, en San Sebastián de La Gomera, el embalse de Charco Tapado está al 100% y actualmente está transfiriendo agua al depósito de Cercado. La presa de Vargas también está al máximo de su capacidad y está enviando recursos hacia Chejelipes, que actualmente se encuentra al 30%. Además, los embalses de Izcagüe, Palacios y Laja están completamente llenos.
Curbelo resaltó la importancia de la planificación conjunta realizada por el Consejo Insular de Aguas, en coordinación con el Cabildo y los ayuntamientos, enfocada en el ahorro de agua y la reducción de pérdidas en las redes de distribución. «Estamos invirtiendo en mejorar infraestructuras y en garantizar un sistema más sostenible que pueda hacer frente a los desafíos del cambio climático», agregó.
El presidente insular concluyó haciendo hincapié en que «aunque los datos actuales son alentadores, la gestión del agua debe seguir siendo una prioridad, no solo en tiempos de sequía, sino como una política estructural de sostenibilidad».